Noche terrorífica donde las haya, y más de un susto en esa mansión del horror donde cada esquina se convertía en algo amenazante. La dueña de la mansión encantada, una bruja con las costillas al aire, nos deleitó con una suculenta merienda a base de lagartijas y ojos de sapo, y unos refrescos hechos de sangre conservada en sus bodegas. El resto de terroríficos visitantes fueron Marta, un espantapájaros a la que un hada madrina había convertido en una chica de carne y hueso, aunque aún conservaba su sombrero de paja; Joaquín, un esqueleto viviente al que le gustaba hacer abdominales y ver películas mientras los demás no miraban; Pepa, el auténtico Michael Jackson resucitado de entre los muertos; Pau, la bruja de la que os hablaba al principio, con gata incluida, y yo, un vampiroo con ganas de morder y beber sangreee jajaja
JAJAAJAJAJAJAJAJ Hasta el próximo HalloWEEeeNnn amiguitosss, y cuidado, porque os estaré vigilando jajajajjajaja!!